Judith Kerr, Cuando Hitler robó el conejo rosa.
Dento
de poco estarían en Stuttgart. La madre buscó un taxi y hacía un
temporal muy malo. Se quedarían en un hotel. Max, que es el hermano, y
su madre fueron a comer. Anna es la hermana y se fue a dormir. Estaba
muy cansada, se levantó a oscuras diciendo que pronto verían a su padre,
lo que ocurre es que tienen que cruzar la frontera. Entraron en un
tren, pero la madre le dijo que no dijeran ni pío cuando llegara el
revisor a mirarle los pasaportes. El cielo se aclaraba y dejó de llover y
había carteles de elecciones. Vieron un compartimento solo y allí se
metieron.
Perfecto, Lorenzo.
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