Agustín Fernández Paz.
Es
una chica llamada Elena que ató una piedra con una cuerda y por el otro
extremo de la cuerda ato una carta doblada que iría dirigida a Adrian,
lo tiró por encima del muro de alambre y no pasaba nada, lo volvió a
tirar una segunda vez y nada, no recibía ninguna señal. A la tercera vez
se dio cuenta de que algo tiraba de la cuerda y la soltó. La piedra
ahora la tiraron desde el muro hacia ella y venía con otra nota atada.
Le decía a Adrián que estaba bien y que seguiría yendo al mismo lugar
para seguir comunicándose.
Buen trabajo, Lorenzo.
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